Lavatorio

                                                                                                         

Antes de celebrar la Pascua con sus apóstoles, entorno a la mesa de la Cena, Jesús se dispone a lavarles los pies, ante la expectación surgida por tal acto de humildad.

                                                                                                    

Fuentes bibliográficas e Iconografía

                                              

            El Lavatorio de pies, transcurrido durante la última Cena, sólo es narrado por el evangelista Juan (13, 1-20): “Jesús se despojó del manto, se ciñó un paño y                 echó agua en una jofaina. Inmediatamente se puso a lavar los pies a sus discípulos, cuando llega a Pedro, éste le protesta ¿lavarme tú a mi los pies? la protesta de Pedro ante Jesús arrodillado, mientras Jesús le replica: “Lo que yo hago ahora        tú no lo entiendes, pero lo comprenderás más tarde”. Pero le dice: “No me lavarás lo pies jamás”. Le contestó Jesús: “Si no te los lavare, no tendrás parte conmigo”. Simón Pedro le dice: Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza”.

 

Formaba parte de las tradiciones orientales el acto purificador llevado a cabo  antes de la comida cuando un esclavo debía lavar los pies de los invitados. De esta forma, Jesús se hace servidor de sus discípulos al lavarles él mismo los pies. Sin lugar a dudas la escena ha sido interpretada por el cristianismo como un acto de humildad fraterna que Cristo quiso enseñar a sus discípulos, pero también como símbolo de penitencia.   

 

Iconográficamente, el momento de la protesta de Pedro ante Jesús arrodillado, mientras los otros discípulos se están descalzando, es el que más han ilustrado los artistas, como Tintoretto, en la Nacional Gallery de Londres. Otra obra destacable sería El Lavatorio de los pies del pintor Claude Vignon (1593- 1670), en el Museo des Beaux-Arts, de Nantes.

 

Obra escultórica

 

Obra destacable del escultor Juan González Moreno, en el año 1952, su coste se elevó a 250.000 pesetas. Este paso sustituye al homónimo del escultor valenciano Juan Dorado Brisa, que fue realizado en 1904, y destruido en la contienda del año 1936.

 

La iconografía presenta el momento en que Jesús se dispone a lavar los pies a los apóstoles, en una composición innovadora y armoniosa al distribuir los apóstoles e identificar a las trece esculturas en torno a la mesa, con caracteres y rostros bien definidos, paños perfectamente tallados, y una policromía mate dónde resaltan los estofados geométricos tan habituales que imprime el autor a las vestimentas.

                                      El espectacular Lavatorio a su salida de la Iglesia

 

            Concretamente, este paso es uno de los de mayor dimensión y peso de la Semana Santa murciana, luciendo en las calles de Murcia todo el esplendor de una magna obra de calidad extraordinaria.

 

Tallada en madera, policromada y estofada, con un peso de 43’20 kilos, sus dimensiones ascienden a 1’68 x 0’71 x 0’58 metros. De pie, y en disposición de lavar los pies a sus apóstoles, Jesús aparece majestuoso y bello, con rostro sereno y encarnación clara, y cabello oscuro con guedejas  sueltas de gran naturalidad. Su túnica entreabierta en el pecho posee una sobria policromía pero rica estofa, repartida en precisos pliegues que le imprimen movimiento.

Jesús

 

 

 San Pedro

 Arrodillado junto a su maestro, su rostro refleja con gran expresividad los sentimientos concentrados de sorpresa y admiración ante la nueva situación creada por su Maestro. Destacan sus ojos claros y mirada penetrante, las facciones marcadas del rostro y el cabello canoso. De  anatomía muy cuidada, viste túnica de vivo color anaranjado y pliegues precisos. Tallada en madera policromada y estofada, su peso es de 33’30 kilos, y las medidas de la escultura ascienden a 1’26 x 0’63 x 0’89 metros.
  San Pedro

 

 

San Juan

En disposición a desatarse la sandalia para obedecer solícitamente a su Maestro; es singular su representación, ya que el joven apóstol tiene el cabello moreno, corto y rizado; y sus ojos, de azul intenso, destacan sobre una tez clara de bellísimas facciones. El color de su túnica es verde, con un estofado distinto al de los restantes apóstoles por el diseño de las florecillas esquemáticas entre un zig-zag rallado, pudiéndose descubrir el tono ocre y estofado del interior, en el escote y doblez de las mangas. La escultura es de madera policromada y estofada, con un peso de 38’10 Kilos, y  medidas de 1’10 x 0’54 x 0’59 metros.
 

San Juan

 Santo Tomás

En actitud meditabunda, reposa sobre la mesa con el codo mientras lleva su mano a la barbilla derecha, y dirige la otra hacia el pecho. Es canoso y calvo, con ojos claros, arrugas marcadas por el ceño fruncido de su rostro y disposición. Su túnica es oscura, y es el único que no lleva estofa en su vestimenta. Pesa 39’90 kilos y mide 1’15 x 0’49 x 0’70 metros.
Santo Tomás  

San Felipe

    Su rostro transmite serenidad, y no duda en quitarse la sandalia. De frente despejada, cabello oscuro, ojos pardos y pómulos sobresalientes; viste con túnica abotonada al cuello en color anaranjado que contrasta con el interior en verde,  estofado completamente con formas geométricas, tan habituales en el escultor. La obra es de madera policromada y estofada, con un peso de 39’70 kilos y medidas de 1’15 x 1’09 x 0’72 metros.

San Felipe

 San Simón          

 

    Captado mientras conversa con Judas Iscariote, se separa levemente de la mesa hacia su compañero al que dirige sus palabras. Su túnica es de manga corta en color verde y estofada, tallada con acertados pliegues. La imagen es de madera policromada y estofada, pesa 38’30 kilos, y sus dimensiones son 1’22 x 0’83 x 0’80 metros.

San Simón

 

San Judas Tadeo

 

Sereno y pensativo se presenta este apóstol, que se apoya sobre la mesa y acerca su mano derecha al hombro izquierdo, con su mirada perdida y seriedad en su rostro. Es viril y apuesto, con perilla y bigote bien recortado. Sin ningún ornamento en su túnica de color granate oscuro, el cíngulo que se ciñe a la cintura es su único detalle estofado. La escultura es de madera policromada y estofada, pesa 39’10 kilos y mide 1’18 x 0’73 x 0’62 metros.
  San Judas Tadeo

Santiago El Menor

     De mayor movimiento y teatralidad, con los brazos extendidos y mirando en sentido contrario a la escena; el joven apóstol se presenta imberbe y con caracteres más refinados. Su túnica es azul y el interior amarillo, y está estofada en toda su extensión. La imagen es de madera policromada y estofada, pesa 40’20 kilos y mide 1’25 x 1’05 x 0’89 metros.

Santiago el Menor

                                                                         

San Mateo

            Entablando conversación por la disposición de su mano derecha, en este momento parece escuchar con rostro preocupado y ceño fruncido las palabras de Santiago el Mayor. Viste túnica verde oscuro, con cíngulo estofado. Está tallada en madera policromada y estofada, pesa 38 kilos, por lo que es el apóstol que menos pesa, mientras sus medidas son 1’34 x 0’43 x 0’84 metros.

    San Mateo

 

Santiago El Mayor

 

            El “Hijo del Trueno” y patrón de España se presenta sedente pero con gran fuerza y movimiento en su escorzo, al llevar su mano diestra hacia el pecho. Su rostro denota un fuerte carácter, con la frente despejada, ojos profundos, y barba oscura más larga y poblada que las restantes, sus facciones quedan muy marcadas en su ya avanzada edad. Viste con colores que contrastan y destacan por su tonalidad, en azul marino la túnica de manga larga y ajustada al puño, y un manto marrón, que habría que resaltar por ser el único apóstol que lo porta. La imagen es de madera policromada y estofada, pesa 45 kilos, siendo por ello el más pesado. Sus dimensiones son 1’19 x 0’89 x 0’73 metros.

 

 Santiago El Mayor

                                                                     

San Andrés

Aparece con cabello canoso y rostro marcado por su edad avanzada, con la mirada elevada y las manos entrecruzadas en una sentida súplica. Porta túnica estofada en color anaranjado. La escultura en madera policromada y estofada, pesa 42’20 kilos y mide 1’12 x 0’43 x 0’82 metros.
  San  Andrés

 San Bartolomé

 

            Es el único de los apóstoles que se encuentra de pie, con la mano diestra apoyada en la mesa, mientras que la siniestra queda extendida en una clara acción declamatoria ante la escena que se desarrolla. Con el ceño fruncido, entradas en el cabello, e imberbe, su rostro parece reflejar seriedad y desacuerdo. Su túnica verde estofada crea movimiento con acertados pliegues. Obra de madera policromada y estofada, el peso es de 43 kilos, y medidas que alcanzan los 1’58 x 0’98 x 0’42 metros.

   San Bartolomé

 

Judas Iscariote

 

La tipología de este apóstol más usual se ve reflejada en el color de su cabello pelirrojo, en su rostro aguileño de pronunciada fealdad y semejanza a un macho cabrío, en la túnica amarilla como símbolo de traición, y la ineludible bolsa que agarra fuertemente con su mano diestra. La escultura es de madera policromada y estofada con un peso de 41’10 kilos, y dimensiones 1’18 x 0’80 x 0’91 metros.

  Judas Iscariote

Texto y fotografías aportados por Antonio Barceló.

 

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